jueves, 27 de agosto de 2009

Sí, mi marido me mantiene (pero sólo si voy muy borracha)

(Cosa que no ocurre desde que le conozco porque me volví una modosita...) Bueno, a lo que vamos vamos. Soy una maruja del siglo XXI, más moderna que el 'blurrei' -como dice uno que yo conozco ;)- Son69920846328_346y licenciada universitaria, domino un idioma aparte del mío, he vivido y trabajado en otros países y en el mío también... una chica de mi tiempo, vaya. Pero ahora, heme aquí, en paro, en casa, de mami 'full time'. Y a eso quiero ir, me hallo en paro como situación laboral, no porque considere que estoy parada. Ni yo, ni ninguna madre que conozca.



De bien jovencita yo ya apuntaba maneras. Maneras feministas, quiero decir. No me gustaba la situación de desigfeminist-1ualdad en la que vivían muchas de las mujeres que conocía. Sin posibilidad de haberse formado como les habría gustado y destinadas exclusivamente a sostén doméstico de una familia. Yo quería estudiar, apender cosas interesantes, viajar, vivir... las cosas que ellas no habían podido hacer. Y quería trabajar y tener mi propio dinero, por supuesto. Sentir que no necesitaba de nadie más, y por supuesto, no depender económicamente de nadie. También soñaba con formar una familia, pero no sabía cómo, porque nunca imaginé encontrar realmente el compañero que quería para ello. Por ello en mis ensoñaciones siempre daba más importancia a mi futuro trabajo exitoso y lleno de actividades que a mis hijos soñados.

Que ninguna persona capaz debe depender en exclusiva de otra para vivir es sólo una regla de sentido común y de justicia. De ahí la importancia de educar de la misma forma a niños y niñas en que deben ser lo más autosuficientes que les sea posible, sabiendo que sus habilidades les servirán a ellos mismos y al grupo de convivencia que decidan formar. Una niña, futura mujer, debe saber que tendrá el derecho (y obligación) de sustentarse a sí misma y a su familia, si decide formar una. Igual que un niño. Pero también debería saber que si elige crear una familia, debería tener derecho a ausentarse de esa obligación, que solidariamente recogería su compañero/a por el bien superior del grupo. Y que con él podría compartir. Yo creo que no nos permitimos ser madres y sólo madres durante un tiempo porque nos da miedo. Miedo a estar en desventaja, miedo a perder el tren en nuestra profesión, miedo a perder nuestra identidad individual... todos esos miedos podrían tener solución. Una mujer, en un pareja de iguales, nunca estará en desventaja por no ganar dinero. Solución: buscar una pareja que realmente nos considere como un igual. Nuestro sistema económico penaliza a la mujer que se retira durante un tiempo a 'otra tarea'. No guarda su puesto, la minusvalora porque perderá horas en ir al pediatra (??). Si los Recursos Inhumanos de las empresas supieran algo sobre verdadera productividad, o simplemente fueran tan humanos como dicen, sabrían que la maternidad otorga cualidades a las mujeres que no encontrarán en otro sitio. Lo malo es que esas cualidades importan poco en la balanza de grosos beneficios a corto plazo... Solución: iniciativa ciudadana y/u obrera para obligar a que el sistema empresarial cambie, y trabaje en favor de todos, no sólo del suyo. La conciliación laboral/familiar es el timo de nuestro tiempo.

mafalda-mundo

Ya... soy una utópica, verdad? ya contaba con ello...

También me gustaría aclarar desde ya, porque a más de un@ le van a surgir dudas, que no me he vuelto loca de repente y estoy en contra de que las mujeres trabajen. Parto de la base de que trabajar hemos de trabajar todos, al menos lo mínimo para cubrir nuestras necesidades. Los hombres y mujeres que deciden vivir solos su vidas, o tienen que hacerlo por imperativo del destino, pues de forma evidente. Y en el entorno de una familia, todos sus integrantes han de aportar algo para el crecimiento de la misma (aunque me gustaría decir que no sólo al crecimiento económico), grandes y pequeños.

Pero me temo que hemos caído un poco en el engaño de que trabajo es siempre sinónimo de realización personal, y que ninguna persona, y por ende, ninguna mujer, puede realizarse si no trabaja fuera de casa (repito: hablo de realización y no de subsistencia). Y vuelvo a repetir: eso me parece un engaño. Porque hay afortunad@s que trabajan en lo que les gusta y se sienten bien, pero hay una inmensa mayoría que trabaja en trabajos de mierda, que no tienen que ver con su vocación ni por el forro y por cuatro perras mal dadas. Se trabaja porque hay que comer, no porque a mucha gente le encante lo que hace. A veces también trabajamos porque necesitamos muchas cosas que no son el comer. Para mi gusto, y que conste, es mi opinión personal, a veces, demasiadas cosas. Y si necesitamos demasiadas cosas hay que trabajar mucho, desde luego, para poder tenerlas. Sociedad de consumo. Tener por encima de ser. Por encima de estar.

Cuando pensaba en cómo cambiaría mi vida cuando fuera madre, me angustiaba muchísimo. Sabía que tendría que tomar decisiones, priorizar, y eso me asustaba. Y me jodía, por qué no decirlo. Pensé que perdería mi status. Si decidía quedarme en casa con mi bebé y no trabajar fuera sería una de esas mujeres que no ganan dinero, una paria, una vaga comodona (como alguna vez tuve que soportar que alguna me dijera ... pero la vida pone a todo el mundo en su sitio). En mi caso, seguir trabajando no era una opción, porque yo no estaba en ningún puesto de ninguna empresa cuyo sueldo me permitiera el pensarme poder pagar una guardería. Los abuelos no están cerca, ni yo les obligaría a semejante compromiso, tampoco, si ellos no se ofrecieran. Mi marido, pobre, que piensa que esta situación de elegir es muy injusta, me decía que , si quería, buscase un trabajo con un sueldo decente y él se quedaba en casa con el bebé... mi niño... (ironía ON) a lo mejor es que él también es un vago que le gustaría vivir en casa cómodamente mientras yo le mantengo (ironía OFF).

Pero finalmente, él tiene suerte de tener un trabajo vocacional que adora, mejor o peor pagado, y yo en el fondo quería quedarme con mi cachorrito, y lo hubiera pasado realmente mal si hubiera tenido un trabajo al que decidir volver o no volver. No pienso estar en casa el resto de mi vida, pero es mi intención al menos durante un tiempo, si podemos permitírnoslo. Si algo he comprendido desde que soy madre y veo la vida con otros ojos, es que los niños de hoy en día están 'faltos de padres'. De madre y de padre. Algunos tienen mucha suerte y se crían con abuelos estupendos. Pero no todos. Y en cualquier caso, no son sus padres. Cuando llegamos a casa intentamos darles tiempo de calidad, pero muchas veces el resto de las obligaciones domésticas tampoco nos deja.

Sí. Yo también me angustiaba pensando que algún día, mi marido me iba a tener que "mantener". Menos mal que él fue quién me convenció de que en este equipo, lo de todos, poco o mucho, es de todos. Quizá hoy lo gane él, y mañana yo, y alguna vez de nuevo los dos a la vez, como ha sucedido hasta ahora. Creo que muchas mujeres de hoy en día no se sienten cómodas en esta situación, y creo que deberíamos reflexionar sobre ello. Para mí, yo sí siento que cumplo con mi parte. Quedarse en casa con un bebé teniendo verdadera presencia no es sinónimo de perrear todo el día viendo telenovelas y tocándose la pochocha (que también las habrá, allá cada uno). Un niño y la faena doméstica -incluso la menos exigente, como es la mía- dejan muy poco tiempo para tocarse la pochocha. (Por cierto, llevo una semana escribiendo este post...)

A lo mejor me estoy equivocando, y he puesto todos los huevos en la cesta equivocada. Lo mismo mi marido dentro de 10 años me deja por dos de veintipico y me quedo con un mano detrás y otra delante por no haber estado cotizando todo este tiempo. Lo mismo el día de mañana me queda una pensión aún más mierdosa que si hubiera estado trabajando. La cuestión es que confío en la cesta en la que he puesto mis huevos. Y antes nunca pensé que eso podría suceder. Si la apuesta sale mal, al menos sabré que mereció la pena correr el riesgo. Y sobre todo, decidí yo. Nadie me obligó a ello, la vida me daba más opciones. Antes otras no las tuvieron. Yo sí, y he decidido esto.

Por último quiero que conste expresamente que esto no es un alegato contra las mamis que se reincorporan a sus trabajos. Este es un viejo tema de discusión con amigas y conocidas y yo soy la primera consciente de que hay muchos casos y circunstancias, y para nada es mi intención juzgar a nadie, más aún cuando sé que muchas de ellas vuelven porque tienen razones poderosas, porque si de ellas dependiera, también se quedarían más tiempo con sus cachorros. Muchas lloran los días de antes y después de la vuelta al trabajo. Muchas hacen lo posible por compatibilizarlo en equilibrios imposibles, y unas se las apañan para trabajar con sus hijos cerca, incluso en sus propios negocios, otras reducen sus jornadas, y corren todo el día de un lado para otro, deseando que cada minuto pase más rápido para volver a casa, otras piden excedencias...y muchos otros casos que me dejo en el tintero. Casi ninguna mamá querría separarse de sus cachorritos cuando son tan pequeños. Por eso, las mujeres, por puro sentido común, no podemos, no debemos echarnos los perros unas a las otras, porque estoy segura de que cada una intenta sacar su situación adelante lo mejor que puede. Al final, para la sociedad, como dice Lucía Etxebarría en El Club de las Malas Madres, todas las madres somos malas (nota mía: y la mujer en general, desde el final del matriarcado...). La que trabaja fuera de casa, porque lo hace, y la que no, porque no. Si perdiéramos menos el tiempo en culparnos unos a otros y diéramos algún pasito para construir una sociedad más justa y solidaria todos recogeríamos los frutos.

Especialmente nuestros hijos.

(si alguien ha llegado leyendo hasta aquí, creo que debo hacer como Papá en Prácticas e invitar a un pincho de tortilla...)

martes, 18 de agosto de 2009

Un muñeco, factor de riesgo de embarazos no deseados en menores

Así como lo oyen. Muchos no seréis ajenos a esta nueva polémica, la del muñeco 'Bebé Glotón', comercializado como el primer muñeco que simula ser un lactante:

Bebéglotón

Para jugar, la niña se tiene que poner una especie de top con florecitas a la altura de los pechos, de las que el bebé 'hace que succiona'.

Y desde aquí recomiendo ya la entrada de anteayer de Papá en Prácticas acerca del tema, porque es brutalmente buena y os vais a reir pero bien: 'Ya la hemos liado, España inventa la muñeca que mama'. Luego volved aquí si os acordáis! :)

No sabría poner una palabra a todo el revuelo que se ha levantado con este muñeco, dentro y fuera de nuestras fronteras. Quizás... DELIRANTE esté bien. Sólo tenéis que echar un vistazo a esos clips de la televisión norteamericana de Papá en Prácticas. Pero vamos, aquí también he leido comentarios en foros de noticias y en blogs que tiran de la silla al que los lee... Obvio la identidad de sus autores, pero quiero dejaros alguna perla:

" muy bien!! así me gusta!!educando en plan SECCIÓN FEMENINA a las niñas! eso es jugar en la infancia! adoctrinar para ser buenas esposas y madres! luego pediremos igualdad para que los padres también se encarguen de los bebés! para qué!los padres/madres contribuirán a que sus "preciosas" hijas sigan subordinándose"

"Esto lo sacan para hombres con un calzoncillo en vez de con un sujetador y se forran..."

De verdad, sin palabras... pero la verdad es que cada vez me doy más cuenta que crece el número de aficionados a la velocidad y al tocino...

En términos de alimentación infantil, hemos asociado 'igualdad' y 'modernidad' al biberón. Porque así los padres se pueden 'integrar' y las madres 'liberar'. Pero, ¿qué beneficio es el que debemos buscar siempre los padres, el nuestro o el del hijo? Un padre puede tener mucha gana de dar un biberón (alguno... la tendrá...) pero si se informa un poco sabrá que durante las primeras semanas (y meses) de vida, la leche materna y el pecho de su madre son fuente de alimento, calor y seguridad. Si por desgracia esto no funciona, pues entonces ya podrá hacerse cargo de dar biberones. Ah, pero se me olvidaba, dar de mamar 'ata' a las mujeres a sus hijos y las esclaviza, las hace ser menos mujeres, les arrebata su tan luchado éxito social...

Vuelvo a perderme, anda que no soy caótica... en fin. Que muchos opinan que el muñeco es abominable y que sexualiza a las niñas antes de tiempo, y que las puede incitar al sexo de manera temprana, y así a embarazos no deseados, y después... el APOCALIPSIS!!! Aaaaagh y esos padres, las niñas y el muñeco arderán todos en el infierno de los pecadores.

Perdonen que me descojone.

A continuación les desvelaré ciertos detalles (¿escabrosos?)de mis juegos de infancia para descubrir con sus comentarios si eran actitudes normales en una niña, o es que ya por entonces era una guarra redomada:

- me recuerdo muy pequeñita metiéndome cojines debajo del vestido para 'tener un bebé'.

- en cuanto me compré el Ken, lo desnudé para ver cómo era el paquete... y no veas que chasco cuando descubrí que era un Marilyn Manson (bueno, esto lo pensé años más tarde)

- Barbie se acostaba con Ken SIEMPRE, en la misma cama, y hacían sus 'guarreridas' y tenían sus bebés. A veces un Barriguitas sin duda demasiado desproporcionado para ser el fruto de la unión de una tetona imposible y un eunuco de plástico...

- el Barriguitas, o el PinyPon o el bebé que tocara, mamaba de Barbie, porque con esas tetas a mí ni se me pasaba por la imaginación que les diera bibe!! (quién le iba a decir a esta tetona servidora que, ciertamente, el tamaño no importaba, y que a más tetas no hay más leche...)

Seguro que se me escapan más recuerdos. Pero les puedo decir que después de semejantes 'perversiones', perdí mi virginidad cuando muchos ya creían que no había esperanzas para mí! XDDDDD pa que tu veas... total, que de precocidad adolescente y eso, na de na.

Quiero creer que la curiosidad sobre el sexo y la reproducción es algo normal en cualquier niño, e intentar taparla, desviar la cuestión o contar cuentos imposibles es nadar contracorriente y hacer líos en la cabeza innecesarios. Pero ya se sabe que la palabra EDUCACIÓN SEXUAL le da sarpullidos a mucha gente. Yo achacaría el creciente número de embarazos no deseados a la falta de la misma en ESCUELAS y FAMILIAS más que a un pobre muñeco... pero oye, como yo soy sólo una depravada feminista de la sección femenina que apoya la lactancia materna decepcionada por el paquete falso de Ken... seguro que me equivoco.

viernes, 14 de agosto de 2009

Y... ¿dónde vamos?

2112567 Comparándonos con algunos países de nuestro entorno, los españoles tendemos a creernos super 'family friendly' porque aquí vemos muchos niños en espacios públicos, tanto abiertos como cerrados. Presumimos de que llevamos a nuestros hijos a cualquier lado con nosotros, no como esos estirados de otras latitudes. Pero ¿lo hacemos verdaderamente? Y si lo hacemos, ¿a qué precio?

Para que no nos perdamos, empezaré diciendo que esta reflexión viene de mi profundo odio hacia el tabaco. Ya me asqueaba antes de ser madre el hecho de salir de copas o simplemente a tomar unos pinchos y tener que tragarme con ello unos cuantos kilos de humo ajeno y llegar a casa completamente apestando. Pero como vivimos en un país así, de leyes a medias, de correcciones políticamente incorrectas, pues ya está: quiera o no quiera me tengo que comer esa tortilla que lleva toda la mañana ahumándose con los cigarritos de todos los parroquianos.

La cosa es que yo como adulta puedo elegir si ir o no ir a estos establecimientos, que tan ufanos, parecen orgullosos en exhibir su cartelito en la puerta de 'Aquí sí está permitido fumar' (que a mí me dan ganas de decirles 'Oiga, pues qué bien, a ver si mañana permiten cagar en el suelo y ya no falta un perejil'). Pero claro, a mi hijo intento evitárselo en lo posible. Lo cual nos deja los establecimientos de los centros comerciales (chupi, qué divertido!! -por favor, nótese la ironía) y los escasísimos establecimientos que han decidido pasarse a 'ESPACIOS LIBRES DE HUMO'. Y en verano, aún ni qué, porque con las terrazas tiene uno un poco más de cancha... pero verás qué risas cuando llegue el invierno otra vez...

Hace unas semanas nos ocurrió un incidente bastante penoso... teníamos muchas ganas de comernos un kebab en nuestro shawarma favorito, pero siempre estamos con la cosa de que allí no está prohibido fumar. Curiosamente, suelen ir muchas familias, muchos niños pequeños, bebés en carritos... por lo que muchas veces puedes comer tranquilo, que nadie va a fumar. Pero claro, es a la suerte. Ese día decidimos ir. Estábamos solos, y entró una parejita. Unos guays. De estos hippies pijorros (o falsos hippies, ya sabéis). Él tenía una pinta de colgao que no podía con ella. Y le pide un cenicero al chico del shawarma, al lado nuestro, preguntándole afirmativamente 'Aquí se puede fumar, no?'. Y el chico le responde que sí, pero que fíjate, aquí tienen un niño pequeñito... y el tío contesta con toda su jeta 'No, si no les molestamos, estamos muy lejos' ( el que conoce el shawarma al que vamos, sabe que es un poco menos que dos veces nuestro salón). Todo esto sin mirarnos siquiera. Sin preguntarnos a nosotros que si podía molestarnos. El colgao, que se le veía cara de no haber terminado la EGB, decidió él solito que no nos molestaría. A su novia tampoco se le ocurrió. Un dechado de educación y civismo, los dos (ay, pero luego no nos hace falta 'Educación para la Ciudadanía'... no qué va!).

Con mi cabreo de loba protectora (alguien diría que de zorra, dejémoslo así...) habría ido y le habría apagado el cigarrito en el agujero del culo. Pero amigos, la razón estaba de su parte. En el local está permitido fumar. Así que sólo pude comerme las ganas de hacer lo anterior, coger mis bártulos (¡que estaba dándole de comer a Mateo!) y largarnos... y terminar de darle de comer al niño en el parque más cercano.

La cuestión: somos carne de McDonalds. No porque nos guste mucho la comida basura, sino porque allí siempre te aseguras el que no se pueda fumar. Y el café está muy rico y es mucho más barato en comparación con cualquier cafetería de la ciudad. Yo tengo la teoría de que han empezado a poner más dulcerío gracias a nuestras visitas y las de cada vez más viejecitas que van a merendar allí (no os riais, que lo digo en serio!! XD)...

Ahí va mi reivindicación de hoy: TODOS LOS ESPACIOS PÚBLICOS LIBRES DE HUMO YA! Señora Ministra de Sanidad (esta, y los de antes y los de después) por favor, no sean tan cobardes y legislen ya. Yo ya estoy cansada de que los derechos de los no fumadores sean menos derechos que los de los fumadores (ay, pobrecitos, es que ellos tienen una adicción... y yo cada vez más papeletas para un enfisema que no me he buscado, joder!)

Y ojito, que la contribución ciudadana no es menos... si empezamos a frecuentar los espacios libres de humo en perjuicio de los demás, veréis como alguno más coge la onda. En Salamanca hay muy pocos, pero están siempre llenos. Eso debería dar una pista.

lunes, 10 de agosto de 2009

¿Tus tetas son públicas o privadas?

Advierto: no es una pregunta malintencionada. Es que no se me ha ocurrido un título mejor.

Esta es otra de esas ideas, paradojas, contradicciones... a la que llevo tiempo dando vueltas. Imagino que todo el que me lea sabe que soy una defensora a ultranza de la lactancia materna. Por muchas razones. La primera de ellas porque es lo más natural (aquí remito a la lectura de la entrada de ayer de Mimos y Teta). También es lo más saludable, tanto para el hijo como para la madre. Y cuando no se tienen problemas (mastitis, grietas, etc.) y/o se superan, es extremadamente placentero. En un sentido de placer que sólo comprende la hembra que amamanta (y los bebés amamantados, aunque no lo recordemos conscientemente), y que muchos ignorantes confunden y condenan. En general estamos todos bastante reprimiditos como para entender ciertas cosas...

Con ello, que luego no quiero malentendidos, y en estos temas somos proclives a ello, no condeno la lactancia artificial, ni a las mujeres que libremente decidan optar por ella por las razones que sea. Como se suele decir, respeto aunque no comparta. Fíjate si tendré que respetar, que yo soy una de ellas (aunque yo no lo decidiera libremente, simplemente mi opción A falló de manera estrepitosa). Pero sí quiero decir que para decidir libremente sobre cualquier cosa primero hay que estar informado antes sobre todas las alternativas, y generalmente eso no ocurre.

Bien, a lo que voy, que  me pierdo. Estaba yo recordando mis tiempos de clases preparto, cuando nuestra matrona nos hablaba de la importancia de la lactancia materna, y nos decía que era muy importante que  en las primeras horas pusiéramos a los bebés al pecho lo más posible, cada poquito tiempo, porque eso estimulaba la subida y la producción de leche. Y que no cometiéramos el error de muchas, que por pudor, esperan a que se vayan las visitas para dar el pecho. Lo que llevado a extremos podría ser casi matar de hambre a los chiquillos, porque en un hospital como el nuestro sin horario de visitas concreto, yo he llegado a ver visitas en las habitaciones hasta casi medianoche.

Desde luego el pudor es algo muy personal. Yo en ese sentido no me considero muy pudorosa (mi marido dice que soy la fresca del barrio jajaja), y el hecho es que me he sacado la teta delante de quien estuviera en cada momento. En el hospital y en casa. Y entiendo que, cuando está bien instaurada la lactancia simplemente es una cuestión de practicidad, porque si no, si vas por la calle, te tendrías que volver a tu casa cada vez que quieras dar de comer al enano. Pero después también aprendí que no es sólo una cuestión de pudor o no, sino de intimidad. Yo no quería parecer una mojigata y genuinamente me da igual quien me viera las tetas o lo que pensase de ellas o del hecho en sí. Pero no me dí cuenta de que me estaba 'exponiendo' demasiado. A mí y a mi hijo, y a un momento único de simbiosis entre nosotros. Exponiéndonos a miradas y a comentarios innecesarios, que yo afrontaba lo mejor que podía, pensando que tenía que ser fuerte y que hacía lo correcto. Y ahora sé que no lo hacía.

He comprendido que para que la lactancia materna funcione bien se necesita intimidad y silencio, sobre todo en los inicios. Y aquí va mi reivindicación: SALAS DE LACTANCIA EN LOS HOSPITALES YA. lactancia2 No hay que decirles a las recién paridas que no tengan escrúpulos en enseñarle las tetas a cualquiera, sino crear lugares como donde se cambia a los bebés, donde sólo pueden entrar mamás, papás y bebés. Lejos de miradas y comentarios de amigos, vecinos, familiares y todo perro pichichi que quiera pasar por el mercadillo que es una habitación de maternidad a casi cualquier hora del día. Aconsejados por verdaderos profesionales expertos en lactancia, no vale con la experiencia como madre de una enfermera. Porque experiencias, madres y enfermeras hay muchas y de muchas clases. Y no todas valen.

Y una vez que volváis a casa, intentad tener esa intimidad también cuando tengáis visitas... de verdad que no es una cuestión de ser pacata o no, sino de permitir que la leche fluya sin interrupciones, que es lo más importante. Ya habrá tiempo más adelante de sacarse la teta en los parques y echar miradas furibundas a viejos verdes y personajes varios que comenten que 'vaya niño más mayor y todavía con la teta'... ahí empezará otra lucha.

sábado, 8 de agosto de 2009

Señor, tiene usted un email...

Esta carta creo que la copié de una forera amiga, y se la envié al  papá de Mateo :)

"Señor (nombre del futuro papá):
permítame acercarme a usted, porque creo que me puede ser de gran ayuda dentro de unos meses.
Acabo de mudarme en un piso pequeño, muy confortable y acogedor. Tengo comida, alojamiento, y no me piden nada a cambio, que bien, no?
El problema, es que mi propietaria, una mujer encantadora, me ha avisado ya de mi expulsión del piso dentro de unos meses. Parece que voy a volverme demasiado embarazoso, demasiado inquieto. Vale, no limpio mucho, pero me parece un poco duro como reacción. Pero su decisión es irrevocable, le doy nauseas, es lo que me ha dicho cuando he intentado negociar mas tiempo!!
Sin saber donde puedo ir este día, porque no me valgo por mi mismo, le pido graciable la hospitalidad en su hogar.
Espero no tener la impresión de abusar de su hospitalidad, pero si pudiera prepararme un rinconcito, algo de ropa, una cama caliente, algo de comer, para hacer mis necesidades y muchos mimos porque me gustan un montón, le seré eternamente agradecido.
Vale, no soy el inquilino soñado: no pago alquiler, cuando estaré cómodo, hay riesgos que ceda a mis instintos mirando y moviendo sus cosas.
Ah, y otra cosa, no puedo prometerle no hacer ruido, ni impedirle dormir, ni monopolizar un poco la atención en mi, pero le prometo todo el amor del mundo. Y si esta de acuerdo, podría llamarle PAPA!
Tengo que decirle también que tengo muchas ganas de conocerle. Mi propietaria no para de hablarme de usted que ya le quiero mucho"

:)))))))))))

Tener un hijo (por Andreu Buenafuente)

Comparto este monólogo genial que me llegó por email cuando estábamos buscando a Mateo (que por aquel entonces también pensábamos que 'ande' coño se habría metido...!):

"El verano pasado mi hijo Alejandro, cumplió 4 años, y, cuando sopló las velas, mi mujer y yo le dijimos:
-Cariño, pide un deseo. A ver, ¿qué has pedido?
Y el niño nos mira así, todo ilusionado, y nos dice:
-Una play station o un hermanito.
Y mi mujer y yo nos miramos. y dijimos:
-'*****, la playstation son ochenta mil'
Así que fuimos a por la parejita. Si lo llego a saber, va ella sola. Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer.
¡Es verdad!. ¡Tu llevas un mes saliendo con una chica, estás parado, le caes mal a sus padres, no te quitas el condón ni para ducharte. Y la dejas embarazada a la primera!
Ahora, como vayáis a por el niño. Es mas fácil sacarla de España de tanto empujar, que dejarla embarazada..! Eso si, os ponéis los dos muy melosos:
Velitas, incienso, música de saxofón, porque piensas:
'Vamos a hacerlo con mucho cariño para que sea fruto del amor'.
Después de seis meses sin que se quede embarazada dices:
'A ver si va a ser mejor que sea fruto de un *****'.
Sí, porque pasa como con el fútbol. Jugar bonito le gusta a todo el mundo, pero lo que cuenta es meter gol. Así que vais a consultar al ginecólogo y el tío te dice:
-Esto es normal. Tenéis que insistir más.
Total, que te receta los ****** como si fueran Frenadol:
-Tres al día cada 6 horas.
Cuando llevas dos meses a este ritmo, te quieres morir.
Lo peor es la semana de ovulación.. Porque, por lo visto en esos días sube la temperatura. y eso aumenta la fertilidad. Así que mi mujer está todo el día con el termómetro. Y claro, de repente, estás en medio de una reunión y suena el teléfono:
-Cariño, me ha subido. Vente corriendo. Tiene que ser ahora mismo.
Y a ver como se lo explicas a tu jefe:
-Mire, me tengo que ir., es que a mi mujer le ha subido la temperatura.
-¿y no puede atenderla un médico?
-Hombre. es que preferiría que el niño fuera mío.
Y llegas a casa y te la encuentras ya desnuda y preparada., que dices:
'jo, yo así no puedo! Esto es como comer pipas peladas.!'.
Y es que ella no piensa en otra cosa. ¡****, que parece un tío!
Y yo me siento como una máquina. Vamos, que cuando terminamos me dan ganas de decirle:
'Su espermatozoide, gracias!.
Y, encima, todo el mundo te da consejos:
Hacedlo en la postura del misionero, con luna llena; que ella se ponga un cojín debajo y que después de hacerlo se pegue media hora tumbada con los pies en alto.
*****! ¡La pobre! Es la primera vez que soy yo el que tiene que decirle a ella:
'¡Aguanta, aguanta un poco más!'
Al final, cuando vimos que no había forma, volvimos al médico, y va y me dice:
-Bueno, pues, lo mejor va a ser que se haga un análisis de semen, porque puede que tenga usted pocos espermatozoides.
Qué tú piensas:
'¡****, seis meses.. a seis ****** diarios..! ¡lo que me extraña es que me quede alguno!'.
Y el médico:
-Aunque también podría tratarse de astenospermia. Lo que se conoce como...'Espermatozoides vagos'.
Y mi mujer:
-¡Buah.! ¡Pues va a ser eso.! Porque se pasa el día tocándose los huevos.
Y el otro:
-Usted no se preocupe, que si es eso, podemos extraerlos e implantarlos en el óvulo.
¡Si hombre.! Una cosa es que sean vagos. y otra ponerles taxi para recorrer doce centímetros.!
Y el médico:
-Es que ésto es muy difícil. Tenga en cuenta que de millones de espermatozoides sólo puede ganar uno.
-¡Mira, como en Gran hermano!
El caso es que tienes que hacerte el análisis. Te meten en una habitación con un vasito y un montón de revistas porno. Y tú te sientas allí, a ver si se anima.
Pero estás mirando un montón de fotos de tías en pelotas y lo único que piensas es:
'¡Huy!, fíjate ésta... con las caderas tan estrechas va a tener problemas en el parto, ¿eh?... ¡Huy!, esta otra..con toda la silicona que se ha metido... ¡a ver como amamanta al niño!'
Y encima, mi mujer desde fuera:
-Cariño! ¿Has terminado ya? ¡En casa no aguantas tanto!
Total, que al final, con mucha buena voluntad consigues llenar el vasito.
Pero luego te pasas toda la semana jodido mientras esperas los resultados.
Lo peor de todo es que empiezas a dudar de que el niño que ya tienes sea tuyo. Miras al niño y piensas:
'Sí, de acuerdo, Alejandrito es clavado a mí, pero yo tengo una cara muy corriente'.
Y te acuerdas de esa insistencia de tu mujer en ponerle Alejandro.
¿Qué pasa, que Santi no es bonito?
Y ya para colmo es cuando llega tu suegra y le dice:
-¡Ay, que niño tan listo.! ¿A quién habrá salido?
Qué ahí ya dices:
¡****, es verdad.! ¡A ver si tampoco va a ser de mi mujer!
Pero de pronto reaccionas:
¡*****, me estoy emparanoiando! ¡Alejandro es mío!
Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, dejarla embarazada era más fácil:
Yo estaba en paro, mis suegros me odiaban, me ponía condón.
¡****, lo teníamos todo a favor!
Al final nos dieron los resultados y por lo visto, no me pasa nada. Lo que tengo es estrés. Así que le he comprado al niño la Playstation; a ver si jugando me relajo un poco."

Se lo dedico a todos los papás y mamás en busca de bebés, éste es el verdadero humor y no el de los que hacen bromas a costa nuestra XD el mundo está lleno de graciosillos y espabiladillos... pero como se suele decir... "siempre habla un cojo".

viernes, 7 de agosto de 2009

Si yo fuera más valiente

Muchos dirían que temeraria (y tienen su parte de razón, imagino, como todos la tenemos). Pero si yo fuera más valiente, me habría encantado traer a mi hijo a este mundo en mi casa.

Desde que ví, hará ya tres de años, un programa en Documentos TV, no se me quita esa idea de la cabeza. Aún lo tengo grabado, en cinta (qué antigua para unas cosas y qué modernita para otras, hija). El documental se llama 'De parto', y se puede encontrar en YouTube (está dividido en 6 partes) o en la página de 'El parto es nuestro' (http://www.elpartoesnuestro.es/index.php?option=com_content&task=view&id=233&Itemid=101). Se lo recomiendo a cualquiera, y sus ideas sobre lo que es parir y nacer seguro que no vuelven a ser iguales.

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Nos digan lo que nos digan, nuestros cuerpos están preparados para este lance. Pero las historias truculentas y la visión 'cinematográfica' que se tiene de los partos (mujeres gritando y sangre por todas partes, al más puro estilo 'La matanza de Texas') ha hecho que muchas mujeres tengan un miedo horroroso a pasar por esta experiencia, sobre todo porque todos tenemos miedo al dolor. Lo que muy pocos explican es que este dolor no es como otros que conocemos. No es como el de un cólico de riñón, o una migraña, o una hernia discal, o un cáncer... todos esos son dolores producidos por una enfermedad, y que no sabemos a ciencia cierta cuando acabarán. El dolor de un parto es el de una nueva vida abriéndose camino por tu cuerpo, da respiros de vez en cuando, y sabes que tiene un final en cuestión de horas.

En condiciones naturales, nuestro cuerpo nos dota de opiáceos naturales para paliar esas sensaciones. Y las mujeres que no son obligadas a estar tumbadas ni atadas a un monitor lo saben y lo cuentan. Las mujeres a las que no se les suministra oxitocina sintética 'porque sí' lo saben también. Está demostrado que la oxitocina que ponen en gotero aumenta la cantidad y la intensidad de las contracciones hasta hacerlas insoportables. Y eso hace prácticamente indispensable el uso de alguna anestesia (ahora que las hay... nuestras madres no tuvieron esa 'suerte'... gotero y a pelo...).

Pero, ¿quién sabe más?¿los médicos o nosotras? Oiga, pues depende. Yo no me voy a poner tremendista y negar todos los avances que a Dios gracias nos ha traído la ciencia. Imagino que parimos en los hospitales por dos razones: una es porque los hay (vaya perogrullada, pero es que de 100 años para atrás no había para estas cosas), y otra porque nos imaginamos que los profesionales siempre saben más que nosotros. Y no digo yo que no sea así en el caso de las enfermedades. Yo no me veo capaz de curarme yo solita un cáncer de hígado. Pero estar embarazada y parir NO ES UNA ENFERMEDAD. Y la realidad es que muchas mujeres paren fuera de hospitales, en el tercer mundo porque no hay otra opción, y en nuestro 'supuesto' primer mundo PORQUE QUIEREN. Y para mí el quid de la cuestión está en asumir los riesgos. Nadie queremos asumir los riesgos. Nosotras como dadoras de vida preferimos delegar en los profesionales. Y los profesionales, por miedo a nuestras posibles demandas, van a hacer lo que sea con tal de no correr ningún riesgo. A nadie le apetece asumir los posibles daños.

Coincido con un buen amigo que es médico que cualquier parto, incluso el de una mujer que está muy sana y ha tenido un embarazo de libro, puede toparse con una eventualidad peligrosa y necesitar la intervención de los sanitarios. ¿Cómo solucionaría yo eso? Haciendo de las maternidades de los hospitales lugares agradables para nacer, donde lo primero que te hacen al llegar no sea afeitarte medio chichi (¿¿??) y meterte un enema de 250 porque sí, donde las salas de dilatación se parecieran a una habitación de casa o a una salita, donde hubiera luz tenue o música suave si la madre la pide, donde hubiera piscinas o bañeras donde poder aliviar las contracciones e incluso dar a luz, donde te permitieran estar de pie o sentada o como coño te apetezca, donde hubiera taburetes de parto para los expulsivos y no potros ginecológicos... y la posibilidad de pedir la epidural si todo se torna más duro de lo que creemos soportar, y la seguridad de que si algo se tuerce ya estamos allí mismo para que nos atiendan... en una palabra, QUE NOS DEJEN ELEGIR CÓMO QUEREMOS PARIR.

Hasta ahora, esto sólo está al alcance de algunas que viven cerca de clínicas especializadas y pueden pagarlo y otras que viven cerca de hospitales públicos donde 'algo empieza a moverse' entre los propios profesionales... a todas las demás nos deja a la buena de Dios. Ojalá much@s estemos dispuestos a poner algo de nuestra parte porque esto cambie.

Por cierto, la imagen es del penúltimo anuncio de Flex, no sé si os acordaréis... anuncio que he oído fue retirado por las presiones de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) y su presidente, el señor Bajo Arenas (hombre 'simpático' que sale también soltando lindezas en el documental 'De parto'). Sin palabras.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Todo a medias

No, no voy a hablar de actividades compartidas a medias (al menos, no hoy :)) Con 'todo a medias' me refiero a la sensación que tengo de mi propia experiencia hasta ahora como madre. Tampoco son cosas que he empezado y he dejado sin hacer: me refiero a no vivirlas al 100%.

Tenía tres ideas principales acerca de cómo me habría gustado vivir esto; una empezaba con un parto digno y respetado; otra dar a mi niño lactancia materna exclusiva y la última, tenerle cerca  para dormir. Y efectivamente, todo lo he hecho a medias.

El parto fue todo lo digno y respetado que puede ser en un hospital público y de lo más tradicional como el de Salamanca. O sea, poco. O sea, casi nada.  Pero me pude dar con un canto en los dientes de que la matrona que me tocó era una buena mujer y accedió en alguna cosa, como no tenerme atada al dichoso monitor todo el tiempo tumbada en la cama (hasta que me puse la epidural, claro, entonces ya se jodió...). No me puso oxitocina sintética (tenía yo ya contracciones JASP -jodidasperosobradamentepoderosas). Y era cariñosa, cercana, y aunque había muchos partos esa noche, tengo la sensación de que me ayudó lo más que pudo.

El tema de la lactancia materna es hoy (y será para siempre) motivo de duelo personal como mujer y como madre. Yo también soy de la tesis de que somos mamíferos y por tanto tenemos capacidad innata de lactar. El por qué tantas mujeres hoy en día parecemos tener tanto problema para hacerlo se me hace un misterio. Si tantas hembras 'no hubieran tenido suficiente leche', nos habríamos extinguido hace ni se sabe. Porque en el paleolítico no sabían lo que era un biberón... Achaco mi fracaso a tres variantes: opiniones profesionales contradictorias (en el día de 'calostros', unos ya aventuraban que tenía leche de sobra, y otros que no tenía nada. Por supuesto, salí del hospital con un bibe  'de ayuda'), opiniones no profesionales muy inoportunas 'Ummm... yo no quiero decirte nada, pero a mí me da que no tienes mucha leche' -recuerdo que no habían pasado ni 48 horas-) y una abismal falta de confianza en mí misma y en que mi cuerpo sabía y respondería. Aún hoy me pregunto qué habría sido de todo este asunto sin las primeras dos variables...

NOTA PARA NAVEGANTAS: os digan lo que os digan, la leche en los primeros días NI CHORREA NI SALE A RAUDALES. Los bebés se ahogarían y se empacharían. Abstraeros lo más posible de comentarios absurdos.

Hoy día sigo  teniendo leche, igual de  poquita que al principio, pero Mateo no deja de sacar cuando buenamente le apetece. Esto sí que es a demanda! XDDDD (un poquito de humor, porque si no, me cabreo)

Y en cuanto al tema de dormir, es curioso. Con los prejuicios sociales con los que vivimos, yo ya vivía suficientemente avergonzada diciendo que quería tener la cuna en nuestra habitación y pegada a nuestra cama (de hecho, es una cuna 'sidecar', la barandilla lateral se puede esconder bajo el somier). A lo mejor lo que quería hacer de verdad era colecho, y no me atrevía: toda la vida de Dios oyendo que eso es de hippies, y que los niños se vician, y que luego no saben dormir solos y blablabla. Permitidme una hipótesis arriesgada y polémica, pero creo que el no querer dormir con niños es algo que viene mayoritariamente de hombres, que ven en los niños en medio un estorbo para echar un eventual kiki.... ¿¿¿.....??? y yo me pregunto, como House, 'y no hay más sitios ni más horas???' ¿Por eso hay que sacrificar el dormir con los hijos? Pensadlo un momento: si cuando tenemos pareja, lo que más nos gusta es dormir con él/ella, qué pensáis que prefieren los bebés, dormir solos o al calorcito de sus papis? Pensamos que porque los niños son pequeños son estúpidos, o no se dan cuenta, o como no hablan podemos obviar sus necesidades. Pero en realidad son como las nuestras en ese sentido.

Los niños no son nuestros enemigos!! Lo único que quieren es tenernos cerquita, y eso hay que pensarlo antes de ser padre. Tus noches ya no van a ser las mismas (durante un tiempo sólo, coño!!) pero es que... tus días tampoco!! Hello??! Viene en la nómina de padre! o es que no te has leído el contrato?? :)

Pues aprendamos a leer de una puñetera vez. La letra grande y la chica también :)

martes, 4 de agosto de 2009

Maternidad subsidiada YA!

Yaaaaa... ya sé que vivimos en un tiempo muy complejo de crisis y que mucha gente cree que ya hay subsidios suficientes otorgados (generalmente esto lo piensan quienes no los necesitan, claro, este país es 'asín'...). Pero este subsidio debería ser real desde antes, después y durante cualquier crisis. Igual que otros igual de básicos.

No me refiero a los '2.500-euros-de-Zapatero' como los llama la gente (parece que los diera él de su bolsillo). Que ojo! vienen la mar de bien, desde luego a mí si me lo ha parecido.  Aunque para mi gusto sea una ayuda mal regulada, porque darla a todo el mundo, independientemente de sus ingresos me parece una barbaridad y  un insulto a los que menos podemos. Yo la uso para pañales, leche ,vacunas, ropa, juguetes... pero sé que hay padres que la echan en remozar vestuario (de ellos, no del niño) o redecorar el salón. Porque no la necesitaban ya para todo lo anterior. Sigo.

Que una ayuda monetaria está bien? bueno, vale, pero creo que todos podemos intuir que esa no es la solución. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. Para mí sería más interesante que el dinero de esa partida bien regulada se destinase a dos cosas, a saber:

- baja por maternidad de AL MENOS 6 meses (y me parece ridículo en comparación con otros países de nuestro entorno)

- maternidad subsidiada.

A ver, señores, si nos enteramos de una vez... los niños necesitan estar con sus madres, y las madres, por lo general, necesitan estar con sus niños! Así de simple. Hay madres que a los cuatro meses están deseando volver a su trabajo. Bien porque es un trabajo estupendo y bien remunerado, bien porque no aguantan más solas en su casa con un bebé (que hay que echarle cojones...) o una conjunción de ambas. Y la mayoría vuelven porque tienen obligaciones económicas a las que hacer frente y se necesitan dos sueldos para llegar a esas obligaciones. Pero NO porque quieran, sino porque lo necesitan, que es diferente. A muchas de esas madres, si les dieran a elegir, se quedarían con sus bebés un tiempo más. Y muy especialmente las que tienen suerte de dar lactancia materna exclusiva....

Los que me conocen saben por lo general que me considero una mujer feminista, y al principio, cuando sólo sentía esto y no lo vivía de verdad, me parecía una incongruencia mía y una paradoja. Si queremos conseguir los mismos derechos con las mismas obligaciones no te puedes perder del puesto público en que vives. Pero ay amigos! eso es porque vivimos en un mundo 'masculino', de puertas para afuera, donde sólo importas si logras éxito en lo público. ¿Qué mérito tiene quedarse en casa y ser sólo una madre? Ninguno. Y si no, que se lo pregunten a muchas de nuestras madres... Porque el éxito generalmente se mide en dinero, en lo alto que estés en tu empresa, en que tengas más de un coche, en que puedas mudarte a una urbanización mejor que tu barrio cuanto antes... ¿acaso alguien considera exitoso conseguir que tus hijos, gracias a tu compañía (que no digo para siempre exclusiva) lleguen a ser adultos emocionalmente maduros? Pues señores, en los tiempos que vivimos, a mí desde luego me parece que es para dar el Príncipe de Asturias y el Nobel...

Yo pido, que a las madres que quieran o que necesiten reincorporarse a su puesto de trabajo, que lo hagan pero después de una baja maternal en condiciones, y que a las madres que no quieran volver al mundo laboral durante un tiempo, puedan hacerlo tranquilas en su casa con un 'subsidio por maternidad'. ¿Alguien se ha puesto a calcular cuanto vale el trabajo de llevar adelante una casa y cuidar a un bebé? ¿Cuánto nos cobraría una 'ayudante doméstica' por ello? ¿Cuánto cuestan las guarderías de 0 a 3 años? Pues que se echara un poquito de ese dinero en dar una ayuda (no digo un sueldazo) a las madres que decidan quedarse en casa. Aunque entiendo que esto de miedo, porque lo mismo entonces habría una avalancha de mujeres que estarían dispuestas a hacerlo... una revolución. Y desde luego no es por el dinero: es por el RECONOCIMIENTO  y la DIGNIDAD de dicho trabajo.

Lo dicho: BAJAS MATERNALES DIGNAS Y MATERNIDAD SUBSIDIADA YA. Para ayer ya es tarde.

lunes, 3 de agosto de 2009

Un día importante

Hoy, Mateo cumple 4 meses (ssshhh efectivamente, aún está dormidito... voy a ir abriéndole la puerta a ver si se va espabilando). A ratos me parece que fue ayer (los buenos) y a ratos me parece que hiciera ya cuatro años (los malos, claro).

Hoy hace un año nos veíamos obligados a dar la noticia a los hoy abuelos... íbamos a esperar a que la cosa fuera un poco más segura, pero era el aniversario de mis padres, y nos pilló en nuestra primera visita a Urgencias. El festival de las vomitonas había empezado y yo no estaba para ir a ningún sitio (por cierto, felicidades papá y mamá si me estáis leyendo hoy :))

La buena noticia es que ya van ganando los ratos buenos (tocaré madera???). Podríamos echarle la culpa a los famosos cuatro meses (mucha gente dice que entre los 3-4 meses cambian mucho, normalmente para mejor!). O a lo mejor es que los dos, no él solo, hemos necesitado todo este tiempo para llegar a estar bien. Porque yo tengo la sensación de haber nacido como mamá, conscientemente, desde hace muy pocos días. Desde que sé, comprendo y acepto. Todo ha cambiado para mejor, y parte de ese cambio estoy segura que viene de mí y de un radical cambio de actitud y de visión.  A lo mejor el intestino de Mateo ha madurado a la velocidad que la consciencia de su madre, y nos hemos sincronizado :D

Yo sé que lo quiero desde la primera tirita de pis que me dijo que venía en camino :) desde que vimos su perfil reconocible en las ecografías :) desde que me lo pusieron encima cuando nació :) y todo este tiempo después... lo malo es que, 'en este tiempo después' el abochornamiento de la nueva responsabilidad, las nuevas tareas, los nuevos horarios, los demasiados comentarios inoportunos me tenían muuuuuuuuy ofuscada y confundida. Todo eso ha pasado.

Vamos a ver qué tal pasamos el cumplemes....

domingo, 2 de agosto de 2009

No comprendemos nada...

Es toda la sensación que me inunda después de 'estar viendo la luz'. Tenéis vía libre para pensar que soy una rarita, una hippie, una modernita lunática... lo que queráis :) porque yo acabo de descubrir que sólo soy una puérpera, en pleno estado alterado de la emoción y la conciencia, y por fin, disfrutando de ello.

Recuerdo, qué ingenua... cuando unos días antes de dar a luz, tenía por cierta la idea de que a lo mejor a los quince días o así después del parto, podía volver a retomar el asunto de dar clases. Efectivamente, qué ingenua. Lo curioso es que recuerdo haberlo expresado en voz alta y nadie se rió en mi cara ni me dijo 'tu no sabes lo que estás diciendo'. O bien creían que era posible, o temían decirme que la llevaba clara...

Yo, que por aquel entonces creía ignorante lo que la mayoría de la gente cree sobre los bebés, que comen y duermen y ya está! y bueno, claro, algún rato tendrán de llorar... entre comer y comer seguro que me daría tiempo a hacer muchas cosas. Lo dicho, ingenua, TONTA, es poco.

Yo no lo puedo explicar ni la mitad de bien que lo hace Laura Gutman en sus libros, pero siendo muy atrevida, me atrevo a hacer una síntesis, y es que el nacimiento de un hijo significa un hito importantísimo en la vida de una mujer y trastoca para siempre lo que ella era antes. Decirlo no es para atemorizar a los demás, si no para prepararnos mejor para ese momento y sacarle todo el jugo que tiene, que es muchísimo. Para una correcta crianza del bebé tenemos que fusionarnos emocionalmente con él, y eso no se hace en la onda en la que estamos habituadas a vivir. Con prisas, con relojes, con objetivos claros... y querer volver apresuradamente 'a lo de antes' nos va a costar un alto precio antes o después, sobre nosotras y/o nuestros hijos. Los bebés necesitan sobre todo (como los adultos, y vamos muy escasitos) CONTACTO. Un contacto que a ellos les supone todo: el alimento, el cariño, la tranquilidad, el sueño. Se necesita mucho tiempo sin limitaciones de horarios para pasar por esta etapa y disfrutarla verdaderamente.

Y diremos, claro, y de dónde saco yo todo ese tiempo?? Hay que hacer comidas, quién me friega los platos, la colada se hace sola? y que hay de mi vuelta al trabajo? Y todo se reduce a una misma respuesta. NO PODEMOS HACERLO SOLAS. O sea, sí se puede, muchas mujeres aguerridas, solteras, divorciadas o viudas lo han hecho toda la vida. Pero de forma mucho más difícil y sin duda pagando un alto coste. Y la que no lo ha pagado es porque ha tenido AYUDA de alguien. De una madre, de una hermana, de una tía, de una suegra, de una buena vecina amiga. Una mujer con un bebé necesita tiempo para ella y su bebé. Para absolutamente nada más . Pero para eso se necesita querer meterse de lleno en esta situación y estar acompañada de personas que te quieran y te ayuden sin prejuicios y sin preguntas ni afirmaciones estúpidas y fuera de lugar.

Pero en un mundo tan individualista como el nuestro esto se torna harto complicado... nadie tiene tiempo para ayudar a nadie. Pero buscarlo y conseguirlo es nuestra tarea, porque al fin y al cabo es la llave hacia la verdadera calidad de vida.

Mi casa antes parecía un mercadillo y ahora ni os cuento... y por supuesto al principio estaba super agobiada, porque aunque yo no soy muy puntillosa con los quehaceres domésticos sí me molesta no poner todo en orden de vez en cuando. Pero ahora lo básico es lo básico: higiene (a pesar de no siempre encontrar el momento para hacerlo!), ropa limpia (lo cual no significa siempre planchada! XD) y comida (a veces planeada de antemano, casi siempre dejada a la improvisación). Al que venga nuestra casa y el polvo le moleste, que no se corte: que pida un trapo, y se lo daremos con mucho gusto ;)

sábado, 1 de agosto de 2009

El papá de Mateo

Yo creo que Mateo tiene mucha suerte. Su papá es, sencillamente, un hombre genial.

Lo supe casi desde que le conocí. Es un hombre bueno, sin dobleces, sin esquinas. Cuando le da la luz, puedes ver su alma entera porque no tiene escondrijos. Es noble, cariñoso, trabajador, y lo que más le importa en la vida son las personas que ama. Cuando le conocí, no el día que le conocí, sino cuando le conocí verdaderamente, supe que la búsqueda había acabado. Tenía enfrente el compañero que quería para mi vida y el padre que quería para mis hijos.

Claro que tiene algún defectillo!! Jajaja, pero en comparación, la mamá de Mateo tiene muchos más, y también la quieren... a veces es despistado, y su percepción de la elasticidad del tiempo es digna de una tesis XD pero, acaso desechamos nuestra taza favorita porque tenga el borde un poquito picado?? Of course not!

Me consta que cuando supo que iba a ser papá fue el hombre más feliz del mundo. Y Mateo y su mamá le deben mucho, porque los comienzos no fueron durísimos, sino lo siguiente. Qué desesperación le invadía cuando no sabía qué hacerme de comer para que no vomitara... inventaba los cubitos de hielo con sabores para que no me deshidratara... me acompañaba a la ducha y a veces tenía hasta que lavarme él...aguantaba mis lloros cuando yo decía que ya no podía más. Fue mi salvación, porque yo no quería ver a nadie ni siquiera hablar con nadie, y aguantó el tipo como un campeón.

El parto tampoco hubiera sido el mismo sin su ayuda. Su tranquilidad, y su entendimiento de los monitores! me fueron indispensables. A falta de un entorno mejor... le tenía a él.

Y desde entonces, qué decir... que excepto darle la teta, ha hecho de todo por Mateo. Por Mateo y por su mamá. Se ha levantado tooooodas las noches, en todas las tomas, y apenas ha tenido un momento de ocio real para sí mismo. Pero nunca le falta una sonrisa ni las ganas de jugar. Me emociona pensar en tantos momentos por llegar.

Mateo, hijo, tienes mucha suerte...